Desde el uso de energía y materiales hasta residuos y reciclaje, un edificio debe cumplir varios requisitos para recibir el certificado de edificio ecológico. Averigüe de qué forma encajan en esa imagen el uso de agua y los grifos.
De acuerdo con el World Green Building Council, “Un edificio ‘ecológico’ es un edificio que, en su diseño, construcción y operación, reduce o elimina impactos negativos y puede tener impactos positivos en nuestro clima y entorno natural. Los edificios ‘ecológicos’ conservan los preciosos recursos naturales y mejoran nuestra calidad de vida”.
Características que pueden hacer que un edificio sea ecológico
- Uso eficiente de la energía y agua
- Uso de energías renovables
- Medidas de reducción de residuos y presencia de elementos de reciclaje
- Buena calidad del aire en interiores
- Uso de materiales no tóxicos y sostenibles
- Consideración de la calidad de vida de los ocupantes.
Cómo lograr la certificación de edificio ecológico
Los países y regiones tienen diferentes requisitos para edificios ecológicos. La certificación de edificio ecológico depende del clima, tradiciones culturales y prioridades económicas y sociales de los países. En el mundo se utilizan diferentes herramientas de calificación, o certificaciones, de edificios ecológicos. Estas se utilizan para evaluar y reconocer los edificios que cumplen requisitos ecológicos.
En Europa, las herramientas de calificación más habituales son LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental - en sus siglas en inglés) y BREEAM (Método de evaluación ambiental del establecimiento de investigación de edificios, en sus siglas en inglés). Ambas consideran la eficiencia y reducción del agua como una categoría importante al determinar la sostenibilidad general de un edificio.
El ahorro de agua y energía es un factor clave
HANSA está comprometida a ayudar a nuevos edificios a lograr una certificación ecológica con grifos y duchas que ofrecen formas adecuadas y más sostenibles de uso del agua. El pensamiento ‘ecológico’ combinado con tecnología smart se integra en muchos de nuestros grifos sin contacto para proporcionar mayor control sobre el uso de agua.
El pensamiento ‘ecológico’ combinado con tecnología smart se integra en muchos de nuestros grifos sin contacto para proporcionar mayor control sobre el uso de agua. Imagen de Signa
La importancia del caudal y caudal posterior
Cada edificio tiene diferentes requisitos en lo referente al caudal, aunque la elección de grifos, duchas y teleduchas con un caudal menor permite que un edificio pueda ahorrar enormes cantidades de agua.
Por ejemplo, el caudal de agua del grifo estándar se encuentra en el rango de 6 litros por minuto. Con la tecnología smart y sensores sin contacto, esto puede reducirse hasta un nivel tan bajo como 1,7 litros por minuto, lo que implica minimizar significativamente el uso de agua y energía en grandes edificios como por ejemplo colegios.
El control con una app supone una diferencia ecológica
La mayoría de nuestros grifos smart pueden controlarse con la HANSA Connect app, lo que permite que los usuarios ajusten los caudales, el caudal posterior, la sensibilidad del sensor y mucho más, hasta llegar a nivel de grifo individual. Esto permite a los clientes del edificio optimizar el uso del agua hasta llegar a nivel de grifo individual a través de todo el edificio.
El caudal posterior es el tiempo que funciona el grifo una vez que el usuario ha terminado. El caudal posterior estándar es 2 segundos, aunque los grifos smart con conexión Bluetooth HANSA permiten ajustar el caudal posterior a menos incluso de 1 segundo, lo que nuevamente ayuda a ahorrar agua.
HANSA ofrece una gama de grifería de lavabo, grifos de cocina y duchas diseñados para ayudar a satisfacer los requisitos de certificación de edificios ecológicos.